Sobre el Campo Dunar de Con-Con

Desde noviembre de este año que termina, se viene hablando mucho del Campo Dunar de Con-Con, V Región, Chile. En este blog me he referido a éste (La naturaleza a nuestro alrededor) y ahora pretendo ser más explícito.

El Campo Dunar situado entre Viña del Mar y Con-Con, dos comunas turísticas del centro de Chile, es un depósito de dunas antiguas producto de los vientos marinos que devolvieron a tierra firme los sedimentos arrastrados por los ríos que desembocan en sus proximidades, que son el Marga-Marga, el Reñaca y el Aconcagua. Estas dunas están en un proceso de estabilización por medio de la vegetación nativa que la puebla por su contorno, y también tiene cerros dunares de unos veinte o más metros que no dejan de evocar al desierto del Sahara. El Campo Dunar de Con-Con es el límite sur del bello desierto florido chileno.

Todo adulto o niño de ambas comunas y de otras cercanas, ha jugado o juega deslizándose por las  empinadas laderas de dunas cercanas a una autopista que une ambas ciudades. Actualmente hay motoristas y automovilistas que también se adentran en esas dunas, aunque su ingreso está prohibido por el daño que ocasionan al pasar sobre la especial vegetación del lugar, por revertir  la estabilización del terreno y dañar la flora y fauna que la habita.

Hace muchos años se cometió el inmenso "error" de vender a particulares esos inmensos terrenos de 150 hectáreas, quienes han construido altas torres de apartamentos y proyectan construir unas 10 o 20 más. ¿Si es un Santuario Natural, amparado por la Ley, cómo puede construirse ahí? También han pretendido cercar el perímetro supuestamente para impedir el ingreso y resguardar  ese Santuario Natural como ellos mismos lo reconocen. Al respecto no se entienden las intenciones de preservar su especial ecosistema relicto entre ambas ciudades en veloz crecimiento y al mismo tiempo seguir construyendo en la magnitud que ellos confiesan haber proyectado.  Las contribuciones que la empresa dueña del Campo Dunar paga, son 3 mil pesos chilenos por el metro cuadrado, en circunstancias que el valor de mercado actual es de 100 mil pesos.

Después de comunicar la intención de seguir construyendo y de cercar las dunas, la comunidad de Con-Con y Viña del Mar, instituciones ecologistas, vecinos al lugar y diputados de la República han emprendido una campaña para evitar seguir con las construcciones allí, evitar su cercamiento y en otras palabras, evitar la muerte del ecosistema. Se piensa en expropiar, pero me pregunto ¿Qué hay de la aseveración de la misma empresa propietaria, meses atrás, en torno a preservar varias hectáreas del campo dunar? ¿Se referían a las dunas no compactadas en las que por su inestabilidad y su relativa lejanía de los caminos no es propicia la construcción de edificios?

El ya reconocido como  Santuario de la Naturaleza, Campo Dunar de Con-Con, no es sólo una denominación sin propósito; esto significa que tiene un valor singular, que no es monetario. Su valor se lo asigna la gente que ha jugado en sus dunas descubiertas y los científicos que han divulgado sus especiales características ecológicas. ¿En qué van a quedar las repetidas salidas a terreno de un colegio cercano para el reconocimiento y preservación de las Orquídeas (Chloraea bleioides Lindl, Bipinnula fimbriata), o de las Añañucas (Rhodophiala advena), Alstroemerias (Alstroemeria angustifolia), Docas (Carpobrotus chilensis) y arbustos que allí crecen? ¿Qué va a ser de los Pequenes, (Speotyto cunicularia), aves rapaces que habitan cuevas en la arena? ¿Qué va a ser de sus Loicas (Pezites militaris), de sus Codornices (Lophortyx californica)?

Las dunas tienen numerosos hitos de cemento, quizás para levantar planos del lugar, como horribles monumentos a la destrucción natural.


Me sumo a quienes han hecho escuchar su voz en defensa del Campo Dunar de Con-Con y espero que las voluntades conscientes y que detentan la delegación del poder ciudadano, hagan lo correcto: eviten la destrucción de este Santuario Natural, porque si se destruye, no estará nunca más para las siguientes generaciones y sólo habrán impersonales e inmensas torres de cemento con vista al mar.

(Las fotos que he tomado, muestran flora y fauna del lugar)